La innovación lleva tiempo siendo una de las palabras tan repetidas, como un mantra, que a veces se pierde su verdadero sentido.

En primer lugar, es necesario definir lo que es innovación, y para ello podemos utilizar la definición del Manual de Oslo:

Una innovación es un producto o proceso (o combinación de ambos) que difiere significativamente de los productos y procesos previos, y que se han puesto a disposición de los potenciales usuarios (productos) o implantados en la organización (procesos).

Ver mi artículo Manual de Oslo (4ª Edición): Los factores que determinan la Innovación en las Organizaciones y cómo medirlos

Si bien todos hemos asumido que la Innovación es necesaria en nuestras organizaciones, es necesario profundizar y clarificar cuáles son los motivos reales, y las razones que la hacen imprescindible:

• Competencia y Diferenciación: Dada la gran cantidad de productos que existen para cubrir las diversas necesidades de los clientes, y la rapidez con que evoluciona la tecnología, el mercado y las ofertas de los competidores, las empresas necesitan diferenciarse continuamente, y proporcionar productos que aporten mas valor y atractivo a los clientes. Esto exige evolucionar e innovar más rápido que los competidores, para no disminuir la competitividad y poder sobrevivir. Hay diversos estudios que muestran la relación directa entre la innovación y la competitividad.
• Demanda/necesidades del cliente. Según avanzan las tecnologías y las tendencias sociales, los clientes/usuarios cada vez demandan nuevos productos y servicios. Por ello, resulta imprescindible que las organizaciones, sean capaces de realizar la vigilancia oportuna, para detectar tendencias y necesidades, y así adelantarse y poder ofrecer dichos productos, y por lo tanto conseguir los resultados empresariales.

• Mejora Procesos/Negocio: Otro aspecto importante es la innovación que se realiza en los propios procesos de la organización e incluso en el propio modelo de negocio. La transformación de los procesos de la empresa (marketing, logística, producción, etc.) utilizando nuevos enfoques y herramientas (transformación digital) puede mejorar significativamente la eficiencia interna y el uso de recursos, y por lo tanto el ahorro de costes. Nuevamente permite a la organización ser mas competitiva.
• Conocimientos y Capacidades: Otro aspecto que a veces se olvida, el que el propio proceso en si y las dinámicas de innovación, no solo proporciona productos y servicios diferenciales, sino que permite generar nuevo conocimiento y capacidades en la organización, y aprender a pensar de forma diferente. Esto supone unos activos claves para poderse enfrentar a entornos cambiantes (entorno VUCA- Volatilidad, Incertidumbre, Complejidad, Ambigüedad) y a nuevos desafíos futuros, y así aprovechar las oportunidades y dar una respuesta rápida a las amenazas de los competidores.
• Retención del Talento: El trabajar dentro de una cultura de innovación, supone para los profesionales un factor de crecimiento tanto profesional como personal. Normalmente los profesionales de empresas innovadoras están mas motivados y desarrollan un mayor sentido de pertenencia.

La conclusión es clara, la innovación no es solo una moda, sino una necesidad para sobrevivir ante una sociedad que evoluciona rápidamente, y necesita soluciones y servicios que evolucionen a la misma velocidad. No solo nos permite acceder al mercado y mantener clientes/usuarios satisfechos, sino que potencia otros factores que también ayudan a la supervivencia de la organización.

Sin embargo, aunque seamos conscientes de la necesidad de implantar una cultura de innovación en nuestra organización, no es sencillo llevarlo adelante y conseguir el cambio cultural necesario para innovar de una forma sistemática y efectiva, y obtener resultados tangibles. Está claro que implica abordar muchos aspectos de la gestión de la empresa, desde su estrategia, hasta la organización y los procesos, y saber liderar el cambio

Esto lo dejo para otro artículo.

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AUTOR: Fernando García García
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